La Institución Teresiana en Italia se hace eco de la petición del Papa Francisco de orar por la paz e invita a un evento en dos actos para unirse en el compromiso por el fin de las guerras y el cese del lenguaje de las armas.

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10 de junio, 18:00h de Roma, Reflexión sobre la paz a diversas voces, con intervenciones de: Raniero Lavalle, “Una riflessione nell'oggi”; Francesca Cocchini, “I primi cristiani e la pace”; y Paola Palagi, “Contributo de La Pira a la pace”.

Este encuentro será presencial y en italiano, sin traducciones, pero se va también a transmitir por Zoom. Para solictar el enlace, puede escribir aquí Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

25 de junio, 18:00h de Roma, concierto por la paz “Shalom Aleichem” por el conjunto musical “Scrigno Armonico”: voz, guitarra clásica, violín, flauta, mandolina, teclado y percusión.

Shalom Aleichem incluye piezas musicales de tres tradiciones judías diferentes: música asquenazí o klezmer nacida en las comunidades judías del norte y este de Europa, escrita en yiddish, idioma derivado del alemán; música sefardí, nacida en las comunidades judías de España, más tarde exiliadas a la actual Grecia, Turquía y los Balcanes, escrita en judezmo, dialecto judeoespañol; y música judía moderna, escrita en el actual Israel en hebreo.

Las dos convocatorias se tendrán en la sala multimedia de la sede de la IT en Roma, Via Cornelio Celso 1.

Algunas palabras del Papa Francisco para pedir la paz:

Quien hace la guerra olvida a la humanidad. No parte de la gente, no mira la vida concreta de las personas, sino que antepone a todos los intereses de parte y de poder. Confía en la lógica diabólica y perversa de las armas, que es la más alejada de la voluntad de Dios. Y se distancia de la gente común, que desea la paz, y que en todo conflicto es la verdadera víctima que paga sobre su propia piel las locuras de la guerra…

Con el corazón roto por lo que está ocurriendo en tantas partes del mundo, como Ucrania, Yemen, Siria, Etiopía, repito: ¡Que callen las armas! Dios está con los que hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz, como dice la Constitución italiana, “repudian la guerra como instrumento de agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las controversias internacionales” (Art. 11).

Como en tiempos de los antiguos profetas, también hoy el grito de los pobres se eleva implorando justicia y paz.

Hoy, en el mundo, hay tanta discordia, tanta división. Todos estamos conectados, pero nos encontramos desconectados unos de otros, anestesiados por la indiferencia y oprimidos por la soledad. Muchas guerras –¡pensemos en las guerras!– tantos conflictos: parece increíble el mal que el hombre puede hacer.

IT Roma.

 

 

 

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