Nace en Palencia, en 1890. Realiza con brillantez sus estudios en la Escuela Superior del Magisterio de Madrid entre 1911 y 1913. Se doctora en Derecho en 1928 siendo la primera mujer que alcanza este grado académico en España. Inicia sus actividades docentes como profesora de Pedagogía en la Escuela Normal de Teruel.
Forma parte del grupo de mujeres pioneras de la Institución Teresiana que accedieron a los estudios superiores con aguda sensibilidad para captar los problemas y las necesidades de la educación y de la ciencia en una España que abría las puertas a la mujer en el ámbito académico universitario. En 1918, solicita excedencia y se traslada a Madrid para ocuparse de la primera Residencia Universitaria de la Institución Teresiana. Esta Residencia Universitaria Femenina, creada en Madrid en 1914, fue la primera de España en su género.
Carmen Cuesta supo conjugar sus compromisos profesionales con la dedicación a la Institución Teresiana de la que formó parte desde muy joven. Entre estos servicios destacan su participación en el gobierno de la misma, la presidencia de la Asociación de Cooperadoras Técnicas y su compromiso en la expansión de la Institución en América del Sur.
Su acusada personalidad, su gran cultura, sus singulares dotes oratorias, la claridad de sus juicios, la valentía para enfrentarse con los problemas más difíciles, hacían de ella una figura política de sugestivo relieve. Ya en 1924, Serrano de Haro había descubierto sus cualidades y la invita a participar en un curso de la Escuela Superior del Magisterio, con la conferencia: “El engrandecimiento de los pueblos y la educación de los ciudadanos” junto a ponentes como Garcia Morente, Ramiro de Maeztu, Juan Zaragüeta o Eduardo Marquina.
Nombrada miembro de la Asamblea Nacional es elegida Secretaria de la Sección de Educación e Instrucción, destacándose en la defensa de los derechos civiles de la mujer. Sus propuestas y enmiendas se pueden encontrar publicadas en los diarios de Sesiones de la Asamblea Nacional de 1927-28.
En 1926, conocida en el ámbito nacional por sus trabajos de experta en los campos de la educación y la acción social, la Acción Católica Española le pidió que formara parte de la misión que viajaría a América. En Chile conoció a Adela Edwards, mujer benemérita que había fundado y dirigía la Escuela Normal Santa Teresa, con ella sienta las bases para la presencia de la Institución Teresiana en Chile, dos años después. Este viaje le permite desplegar un entramado de relaciones y amistades en los ámbitos universitarios, diplomáticos y eclesiásticos en los países que visita de inestimable valor. A lo largo de veinte años despliega una actividad incansable viajando por diferentes Republicas hispanoamericanas –Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú y México- organizando o participando en congresos, conferencias, asociaciones y ligas femeninas; contribuyendo al desarrollo y a la fundación de institutos pedagógicos, universidades, residencias universitarias y centros de formación profesional.
El Boletín de la Institución Teresiana, cuenta con su colaboración asidua y sistemática en temas sobre la formación de educadores, promoción de la mujer y sobre cuestiones socio-políticas, en los que conjuga su formación jurídica y pedagógica. Sirvan de ejemplo los nueve artículos, publicados de 1932 a 1933 en el BIT sobre “la mujer y el derecho” y la creación del Gabinete de Orientación Jurídica de la Mujer, en dicho órgano.
Otras revistas nacionales e internacionales recogen artículos suyos y enriquecen el currículo de esta mujer que fue por vocación y por convicción, una estudiosa de las diversas ciencias y una autentica intelectual.
Entre sus publicaciones destacamos:
- La vida y el obrero. Tipografía del Sagrado Corazón. Madrid, 1915.
- La sociedad de gananciales. Tesis Doctoral. Imprenta Góngora, San Bernardo 85. Madrid. 1930
- Ecuación de la Filosofía y la Pedagogía o Conjunción de la Escuela Tradicional y de la Escuela Activa. Santiago de Chile: Editorial Normal Santa Teresa, 1941.
- Educación Universitaria. Tres etapas de un proyecto inédito. Buenos Aires, 1944.
Cuando en 1953 vuelve a España, se incorpora a la enseñanza en la Escuela Normal “Nuestra Señora de la Almudena” donde imparte clases de “Formación Social”.
Retirada de las actividades académicas, la muerte la sorprende en un trágico accidente en 1968 en Madrid que sus contemporáneos consideraron como símbolo de una vida de acción y de fe. Simbólico es también la conservación de un trabajo inédito sobre “Escuela y Sociedad. Una sociología para la Escuela”, conservado en el Archivo de la Institución Teresiana.
Colaboración AHIT