Nace en Sevilla en 1896. En esta ciudad transcurre su infancia y juventud hasta obtener el título de Maestra de Primera Enseñanza. Estrena plaza en propiedad en Jerez de la Frontera en 1918. Tras una breve excedencia, ejerce como Profesora Adjunta de Pedagogía en la Escuela Normal de Córdoba.
Años más tarde pasa con el mismo cargo a la Normal “María Díaz Jiménez” de Madrid donde permanece hasta su jubilación.
Su eficiente labor profesional la desarrolló al mismo tiempo y a lo largo de toda su vida preparando a jóvenes opositoras al Magisterio en Córdoba, Sevilla y Madrid.
Desde muy joven colaboró eficazmente en la Obra de las Academias Teresianas, propuesta educativa de Pedro Poveda, donde encontró justa respuesta a sus más profundas inquietudes sobre la ciencia, la fe, la promoción de la mujer, el estudio y la formación de jóvenes. Sin duda por estas razones dedicó a la Institución Teresiana sus mejores energías.
Se encargó de poner en marcha y dirigir las Academias e Internados de Córdoba, Sevilla y Madrid en diferentes momentos. Impulsó la Asociación de Antiguas Alumnas, Asociación que presidio desde 1928.
Poveda encontró una excelente y entusiasta colaboradora para la ingente tarea de la Obra Teresiana en aquellos primeros momentos. Pepa Grosso, desde su responsabilidad como Secretaria General y Vocal del Directorio durante los largos años transcurridos entre 1928 y 1958, contribuyó sin duda al fiel y rico desarrollo del proyecto povedano.
Es comprensible, por tanto, el dolor indescriptible que para ella supuso, como Directora de la Casa de la calle Alameda nº 7, asistir impotente a la detención de Pedro Poveda en la madrugada del 27 de julio de 1936.
Su apasionada atención a las vicisitudes sociales y culturales de su tiempo la inclinó por el mundo de las publicaciones, de los libros en todas sus dimensiones. Allá por donde pasó dejó su huella en las Bibliotecas para las que incansablemente buscó y obtuvo nuevos libros.
Alentó y dirigió durante muchos años -1932-1958- el “Boletín de la Institución Teresiana”, más tarde llamado “Revista”. Asumió también la dirección de las Publicaciones de la IT, labor a la que ella misma contribuyó escribiendo una primera biografía de Victoria Díez, maestra Teresiana, mártir de la Fe y antigua alumna suya. La biografía se tituló: Veo el cielo abierto y tuvo 2 ediciones, la primera en 1939 y la segunda en 1957.
Su larga vida dedicada siempre a la formación de las jóvenes universitarias, tuvo su colofón en la Biblioteca del Colegio Mayor Padre Poveda de Madrid a cuya atención y cuidado dedicó los últimos años de su actividad.
Murió en su Sevilla natal en 1982.
Colaboración AHIT
