Había nacido en León el 6 de mayo de 1916. Se educó en el colegio de las Carmelitas de la Caridad de la ciudad. En 1931 comenzó en Madrid sus estudios universitarios donde contactó con Don Pedro Poveda y con la Institución Teresiana, fundada por él y ya consolidada, a la que prestó su colaboración incondicional.

Perteneció al grupo de jóvenes universitarias que se formaron en la Residencia de la Institución Teresiana en la Calle de la Alameda de Madrid.  En  aquellos años convulsos anteriores a la Guerra Civil, además de estudiar y obtener los mejores resultados, colaboró activamente en las Asociaciones Católicas de Estudiantes promovidas por esta Institución.

AnaMariaL 1Terminada la Guerra Civil comenzó en Madrid el Doctorado en Químicas que terminaría en Roma, ciudad a la que llegó en 1941, en plena Guerra Mundial, para continuar allí su colaboración con la Institución Teresiana y donde vivió hasta 1960. De sus primeros años en Roma recordaba a menudo la fuerte experiencia de recibir en la casa a grupos de judíos enviados por el Vaticano, para facilitar su salida a España de paso para diversos países de Hispanoamérica. De esta época romana le quedará a Ana María una intensa vinculación con la Iglesia en sus representantes vaticanos, que sabría transmitir después a las generaciones de jóvenes universitarias que recibieron su orientación y apoyo en la casa de estudios que la Institución tenía en Madrid, que ella dirigió, y que posteriormente pasó a ser Colegio Mayor Josefa Segovia.

A su regreso a España, Ana María supo compatibilizar su trabajo como Secretaria General de la Institución y la Dirección del mencionado centro, con un trabajo intenso en la Comisión Episcopal de Educación. Este trabajo posibilitó su actuación como vocal en el Consejo Nacional de Educación donde tuvo la oportunidad de impulsar significativamente la Formación Profesional y participar en un programa del Banco Mundial para financiar los cambios en educación, a partir de la Ley de Educación de 1970.

La década de los Setenta la pasó Ana María principalmente colaborando y animando a las personas y actividades de la Institución Teresiana en tres países de América: Argentina, Chile y Uruguay. Vivió con gran conmoción la revolución chilena, acercándose lúcidamente a las realidades sociales y eclesiales del Cono Sur de América. Al regresar, había dejado iniciada en Argentina  una nueva revista interamericana, que hoy se edita en Brasil, “Nuevamérica”.

En el ámbito eclesial, Ana María fue la primera mujer invitada como ponente en una Asamblea Plenaria del Episcopado Español. Este hecho tuvo lugar en 1970 y el tema desarrollado por ella se tituló “La ignorancia como pobreza”. Promovió la adecuación de la Catequesis a las directrices del Vaticano II. Fue a raíz de este servicio eclesial cuando inició en la Institución Teresiana un amplio movimiento de Formación de Educadores en la fe, creando primero el Instituto Jaris, y con posterioridad una Fundación con el mismo nombre.

Sus últimas décadas activas, los años ochenta y noventa, los dedicó a propagar la gran figura de Teresa de Jesús. Con ocasión del IV centenario de su nacimiento (1981), desarrolló una intensa labor como conferenciante y escritora en la que propagó y facilitó el conocimiento y acercamiento a los escritos de la Santa de Ávila.

Regresó a León donde vivió sus últimos años y donde ha muerto recientemente en enero de 2010.

Su larga vida, que entronca con las primeras etapas de la Institución Teresiana, y su muerte reciente, convierten la figura de Ana María López en nexo entre las “Primeras Generaciones” y el resto de la historia. Una historia que se presenta en esta ocasión a través de sus Publicaciones.

Presentamos una selección de lo escrito y publicado por Ana María López.

Fue gran colaboradora de “Eidos”, “revista dirigida y realizada sólo por mujeres”, en la que escribió sobre temas candentes de educación y que se editaron en separatas: “Formación profesional de la mujer” (1958); “Problemas morales y jurídicos del mundo laboral femenino” (1961); “Sindicalismo” (1965); “Los marginados de la cultura. La ignorancia, una pobreza contra la que hay que luchar” (1970).

La editorial Narcea ha publicado buena parte de su investigación sobre la vida y obras de Santa Teresa de Jesús: “Teresa de Jesús. Amistad con Dios”, en colaboración con Pilar Alastrue, Madrid 1970 y 1981; “Experiencia de fe en Teresa de Jesús”, Madrid 1981 y León 1982; “Amor y Libertad en Teresa de Jesús”, Madrid 1986.

Sobre el mismo tema: “Un rostro de mujer. La personalidad humana de Teresa de Jesús” en Revista Humanística y Teología, Oporto 1980; “La personalidad de Teresa de Jesús”, en Revista de Teología Espiritual nº 77, Madrid 1982.

Así mismo sobre María, la Madre de Jesús, tiene varias publicaciones: “María, Madre de Dios, mujer creyente. Catequesis sobre la Virgen”, 6 fascículos encarpetados, Conferencia Episcopal Española, Madrid 1979; “María la mujer creyente”, Jaris Nº 1, Valencia 1980; “María y la mujer”, Jaris Nº 9, Valencia 1984; “Un modo cristiano de vivir la presencia de María”, “Ephemerides Mariologicae”, Vol. XLII, Madrid 1992.

Sobre temas varios: Reticencias eclesiásticas frente a la mujer”, en el Nº monográfico de julio-agosto de 1982, “Communio” págs. 246-260; Meditación sobre la dignidad de la mujer”, Teología en Diálogo 2, págs. 121-156, Salamanca 1989.

En su último libro descubre una interesante y menos conocida faceta de Poveda: El Beato Pedro Poveda y la Hermandad del Refugio, Narcea S.A. de Ediciones, Madrid 1995.

 

Colaboración AHIT

 

 

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